Toda la tarde estuvo Conchita haciendo estos Dorayakis. Fiesta de Doraemon, así que no podían faltar, y como se nos hacían pocos, pues hicimos el doble de masa... Salieron unos tropecientos, más o menos, jajaja. De crema de chocolate y de mermelada, aunque para ser sinceros, tuvieron más éxito entre los mayores que entre los niños. Dejan un regustillo a miel que... mmm.
Esta muñeca tiene detrás una historia muy especial. Según la tradición indígena se le cuentan tus penas y temores, y se guarda bajo la almohada. Ella guardará tus miedos y te reconfortará. Viene con una pequeña "oración" en su espalda. Por cierto que aún debo hacerles una a mis hijos, que los pobres me la pidieron y aún no tuve tiempo, qué desastre soy....