Después de darle vueltas a mi cabeza para ver cómo podría hacer el pelo de esta muñeca, escoger cada hebra y deshechar lo que no servía, asegurarlo hebra por hebra a la cabeza con la aguja de afieltrar, cepillarlo y vuelta a cepillar, darle forma... Creo que me doy por satisfecha. Mucho trabajo solo para hacer un pelito... ¡Pero valió la pena! No parece que se vaya a tardar tanto ¿Verdad? Debemos aprender a valorar la artesanía en todas sus formas
Esta muñeca tiene detrás una historia muy especial. Según la tradición indígena se le cuentan tus penas y temores, y se guarda bajo la almohada. Ella guardará tus miedos y te reconfortará. Viene con una pequeña "oración" en su espalda. Por cierto que aún debo hacerles una a mis hijos, que los pobres me la pidieron y aún no tuve tiempo, qué desastre soy....