Mis primeras pantuflas, o mejor dicho, para Yeray. He de confesar que la de muestra me costó, hasta sacar el tamaño del pie y pillarle el tranquillo. Y ahí quedó, de muestra, porque no me gustó mucho. Sin embargo, "las de verdad" me encantan!!
Esta muñeca tiene detrás una historia muy especial. Según la tradición indígena se le cuentan tus penas y temores, y se guarda bajo la almohada. Ella guardará tus miedos y te reconfortará. Viene con una pequeña "oración" en su espalda. Por cierto que aún debo hacerles una a mis hijos, que los pobres me la pidieron y aún no tuve tiempo, qué desastre soy....